En las tierras de la Sierra de Madrid que pertenecieron al rey Felipe II, se encuentran ubicadas dos «Casitas»: La Casita del Príncipe, en El Escorial, y la Casita del Infante, en San Lorenzo.
La primera es también conocida como la Casita de Abajo y está considerada como una de las joyas de la arquitectura neoclásica.
Al edificio lo rodea un gran jardín dividido en tramos: El situado delante de la fachada principal; y el que se abre a la fachada posterior. En el interior de la Casita del Príncipe se guardan muestras de decoración dieciochesca, como una amplia colección de sedas, relojes, tapicerías y otros objetos ornamentales.

La segunda Casita es conocida también como la Casita de Arriba. El infante Gabriel y su pasión por la música llevó al rey Carlos III a mandar construir esta Casita, rodeada de árboles centenarios, en un enclave absolutamente privilegiado, pues cuenta con las mejores vistas del Monasterio de El Escorial.
Los jardines exteriores responden a un estilo neoclásico. Rodean la Casita del Infante setos trazados según un preciso dibujo geométrico, rosas y una arboleda de grandes coníferas. Colecciones de relojes, porcelanas, lámparas y numerosos cuadros constituyen los principales motivos ornamentales del interior.
Ambas construidas por Juan de Villanueva, son dos maravillas arquitectónicas que puedes venir a conocer con el Tren de Felipe II si escoges el Pack Leyendas. ¡Compra ya tus billetes y no te quedes sin asientos! ¡Son limitados!